Capítulo 7: Celos.
William fulminó al chico del ocho con la mirada, sabía que
no era apropiado pero cada vez que lo veía mirar a su novia sentía furia,
incluso odio, ¿¡como se atrevía?! Apretó los puños y entonces el tributo lo advirtió
y apartó la mirada enseguida, orientándola hacia delante de todo, desde donde
les observaba el presidente Snow con una sonrisa siniestra...
William, en cambio, optó por distraerse mirando los trajes
de los otros tributos, los del nueve iban con trajes hechos a base de granos,
algo cortos, pero iba a juego con el distrito, los del diez, de vacas y los del
once vestían trajes de plantas y raíces. Se notaba bien la “originalidad” de
los estilistas. Y los del doce...Los del doce le hicieron soltar una risita,
ahí los estilistas si que se habían lucido. Aunque no sabía si en ingenio o en
ignorancia. El chico iba de minero, como siempre pasaba con los del doce, pero
la chica...La chica iba de canario, un pájaro amarillo chillón que según le
habían contado era llevado a las minas para avisar del peligro. Muriéndose. Se
volvió a reír, ¿lo sabría el capitolio? Porque de ser así ella no tendría ni un
solo patrocinador, la acababan de dar por muerta con ese traje.
-
¿De que te ríes?— le preguntó Cynthia y entonces reparó
en la chiquilla del doce. – ¡Oh!— exclamó, le daba tanta pena, la pobre, aunque
la cantidad de plumas enmascaraban un poco su extrema delgadez. Llegaron a la
plaza central y los carros se detuvieron para que el presidente comenzara su
habitual discurso de bienvenida. Cynthia procuraba no mirarlo con ira
contenida, al contrario de como parecía hacer el chico del ocho. “A este lo matan nada más llegar a la arena”
pensó Cynthia con pena. Bueno todos iban a morir, pero no sabía porque el le
afectaba más. Quizás fuera por ese modo peculiar de mirarla...tan hipnotizante,
sacudió la cabeza “Piensa Cynthia, estás en los juegos no en tu distrito. El va
a morir, no lo empeores” suspiró, cuando William le pasó una brazo alrededor de
los hombros e intentó sonreírle
-
Nos vamos pronto, pequeña, no te preocupes— susurró el,
Cynthia asintió y apoyó su cabeza en el y desvió la mirada hacia las pantallas,
en donde aparecían más de lo normal para no quitarla hasta que el discurso
acabó y debían partir.
William le sonrió dulce, seguía celoso del chico del ocho y
no se le había escapado esa mirada triste de ella hacia el, pero aun así la
seguía queriendo. Viendo que al fin podían partir tiró de ella queriendo
alejarse de allí cuanto antes, no quería provocar un desastre y además pelearse
con los tributos estaba prohibido, al menos en público. Cynthia no dijo nada,
simplemente se dejó arrastrar, también quería salir de allí. Llegaron arriba
los primeros y decidido William la besó, llevaba deseándolo desde que la había
visto en ese carro y después del juego de tonteo que habían tenido aun más. Fue
un beso ansioso, lleno de fuego y deseo pero también...posesivo, o eso había
resentido Cynthia, no sabía que era realmente lo que había pasado ahí abajo.
Pero una cosa era segura, algo estaba cambiando en ellos.
Se separaron y William acercó su rostro al oído y
acariciándole el pelo le susurró.
-
Realmente estabas preciosa ahí arriba, pequeña. Créeme,
nunca he tenido tantas ganas de ti como en ese momento— Cynthia enrojeció
cohibida e iban a volverse a besar cuando algo los sobresaltó, mejor dicho,
alguien, Mystie...
-
Ah aquí estáis, ¡¡habéis estado fenomenales!!— les
felicitó ella toda alegre mientras penetraba, seguidamente entraron los
mentores y los estilistas que parecían muy satisfechos y para no estarlo. Sus
tributos habían arrasado en el desfile.
Cynthia y William observaron a Mystie toda emocionada,
seguidamente se miraron y se echaron a reír. Finalmente se acomodaron todos en
los sillones y la acompañante volvió a poner el desfile mientras esperaban la
cena.
William levantó la cabeza hacia la pantalla, tenían que
reconocer que estaban espectaculares, no solo los trajes, sino, simplemente,
ellos...No sabía explicarlo pero la imagen que mostraba el desfile no
pertenecía a ellos o sí lo hacía, lo era solo en una parte. En el resto estaban
tan...perfectos, sí definitivamente no se reconocía y sin embargo, en cierto
modo, era el...
Siguió observando su entrada embelesado, los gestos que
hacían mientras escuchaba los comentarios de Caesar y Claudys alabando el
traje, el tema la postura,...Y es que tenía que reconocerlo lo habían hecho muy
bien, ahí arriba Cynthia parecía tan delicada, tan fragil y sin embargo tan
tentadora...Se dio cuenta de que el chico del ocho la observaba más de lo
normal, hubo incluso un instante en que lo enfocaron mientras se ponían a
discutir la posibilidad de un triangulo amoroso. ¡Un triangulo! Esa gente
estaba loca. Y el; podía decir lo que quería, pero lo cierto es que ardía de
celos.
-
¡Si presiento que Nolan va a dar mucha guerra en estos
juegos!— Comentó Caesar, Cynthia levantó la vista.
-
Nolan, ¿es así como se llama?— Preguntó mirando
fijamente al chico del ocho, al ver que William, parecía muy ocupado en
taladrar al pobre y osado joven con la mirada, Cashmere tomó la palabra.
-
Eso parece— Comentó encogiéndose de hombros,
seguidamente miró a Evans dudosa, más el asintió. — Y el del doce se llama
Cris. Pensé que los habíais advertido, como dijimos que os cuidarais de ellos—
-
Sí pero lo cierto es que nunca tiendo a memorizar ni
siquiera el nombre de los tributos. Duele más si enfatizas con ellos. Bueno no
sé como es desde el punto de vista del tributo, pero al menos desde el mío,
mientras formé parte del público fue así. — Explicó ella.
-
Y tienes razón— corroboró Cashmere. – Duele menos
cuando no los conoces de nada, cuando únicamente sabes que existen de verlos en
el desfile y en la entrevista, porque el resto del tiempo no les prestas
atención. Cuando son...invisibles. Entonces no te afecta. — explicó.
-
Entonces... Nolan y Cris, ¿no?— Preguntó William
volviendo a centrarse en la discusión, la pantalla había pasado al chico del
doce y seguidamente a el y a Cynthia, otra vez. Estaba claro quienes arrasaban
este año.
-
Si.— Confirmó Evans. – Por cierto felicidades, habéis
estado fantásticos. Ya tengo al menos unos cuantos patrocinadores y no, no son
solo mi mujer y mi hijo, aunque ellos también están incluidos. — Dijo.
-
Si, conmigo también han hablado unas cuantas personas—
corroboró Cashmere. – Y he hablado con Ennobaria. Miller, la chica del dos, ya
está incluida en la alianza. Por lo que es de Robin está esperando a los
entrenamientos para decidirse, Ennobaria me ha dicho que es un arrogante que
piensa que se basta a si mismo para ganar y tiende a despreciar a los otros
contrincantes así que no sé si cambiará de idea al final. —
-
Bah, seguro que Brutus acaba por convencerlo— le
aseguró Evans. – Pues si bien es cierto que en la arena no te puedes fiar de
nadie, a veces tener aliados te ayuda a sobrevivir. —
-
¿A ti te ayudó?— Se interesó William, en cierto modo
entendía la decisión del chico, si pudiera elegir sin que ello le perjudicara a
el o a Cynthia, también elegiría andar en solitario. No se fiaba de nadie y
menos de los otros profesionales. Solían matar a traición.
El mentor se estremeció unos instantes más seguidamente le
sonrió divertido. — Más bien, yo los ayudé a ellos. En mis juegos era el más
hábil de la alianza— Confesó. William asintió algo sorprendido, seguidamente lo
observó con admiración. A el también le gustaría ser el mejor de su alianza.
Así nadie se atrevería a enfrentarse a el.
-
Ajá, Cashmere a ti si que te ayudó, ¿verdad?— contestó.
-
Si y mucho. — Contestó Cashmere, en sus juegos las
alianzas habían sido primordiales y la habían ayudado bastante la verdad,
aunque no se sentía especialmente orgullosa de como las había conseguido. – Lo
mejor para las alianzas es comenzar con una unión sencilla para sobrevivir y
luego arreglárselas para crear vínculos, amistad, amor, compañerismo,... Son esos
vínculos lo que hacen que no puedan matarte e incluso te defiendan algunas
veces. Lo malo es que también te puede afectar a ti pero a la hora de ganar y
sobrevivir llega un momento en que todo vale, incluso fingir. — Explicó la
joven, los tributos se contentaron de asistir. Seguidamente y ya con la
retransmisión terminada, acabaron de comer y se encaminaron a sus habitaciones.
Antes de partir Evans les recordó que debían levantarse a las nueve para tener
tiempo de discutir alguna estrategia antes de acudir a los entrenamientos.
En el pasillo Cynthia detuvo a William ansiosa, después del
desfile estaba raro, necesitaba hablar con el. – William, no te vayas por
favor, quédate conmigo esta noche— le pidió.
-
¿Estás segura?— Preguntó William, ella asintió. – De
acuerdo. — entraron en la habitación y comenzaron a desvestirse.
-
¿Se puede saber que te pasa con el del ocho?— Preguntó
Cynthia yendo a lo que le interesaba, William se enfureció recordando el
intercambio de miradas de esos dos.
-
No sé, ¿que te pasa a ti? No parabas de mirarle.—
contestó.
-
¡Yo no lo miraba!— Dijo enseguida ella. – O puede que
sí no lo sé, hay algo en el que me capta. – Se sinceró, seguidamente hizo una
pausa para luego añadir procurando convencerse a si misma. – Aunque seguramente
no es más que el hecho de que sea un rebelde tan osado como para mirar al
presidente Snow con Odio. En cuanto esté muerto se me habrá olvidado, quizás
antes. — Tuvo la sensación de que mentía aunque no sabía porque. – Bueno, ya te
he contestado te toca. — lo miró, los dos se habían quitado ya los trajes y
William la observaba deseoso pero dudoso.
-
Imaginaciones mías nada más. — dijo simplemente él. Más
concretamente celos pero no se atrevía a confesárselo. La observó de arriba a
abajo otra vez, le costaba calmarse, si ella fuera suya...Bueno en cierto modo
ya lo era pero faltaba algo, algo que ahora que estaban en los juegos no sabía
si debería hacer. Tranquilamente acortó las distancias entre ellos. — Mira,
olvidémoslo, ¿vale? No quisiera discutir contigo— siguió, ella asintió y le
sonrió, tampoco quería discutir, no esta noche, no en los juegos. Se giró para
buscar su camisón en la cama cuando alguien la abrazó por detrás. – ¡William!—
protestó enrojeciendo, no se acostumbraba a un contacto tan cercano y menos sabiendo
que este estaba en ropa interior, el se rió y la giró para luego observarla a
los ojos.
- Perdona pero es que con todo esto de las alianzas y enemistades me
he puesto a pensar en los juegos y...— inspiró hondo. – Hay algo que me gustaría hacer antes de que me pase algo en la arena— confesó poniéndose
nervioso.
-
¿El qué?— preguntó ella, William comenzó a repartir
besos delicados por su cuello. – Hacerte mía, para siempre— le susurró al oído
seguidamente siguió. – Quiero que hagamos lo que nunca hemos hecho por miedo y
que me jures aquí y ahora que pase lo que pase en estos juegos los afrontaremos
juntos.— Cynthia se estremeció, era una sensación nueva para ella, aunque para
el imaginaba que no.
- Lo prometo— juró la joven sin la menor duda, su amor era
eterno e irreemplazable Seguidamente siguió el juego de besos dejándose guiar
por el, estaba disfrutando mucho pero había algo mal, sentía que no debía
hacerlo. “Esto no está bien” pensó. “Aunque por otra parte si me muero o el lo
hace lo lamentaré toda mi vida. Pero, ¿ahora?, ¿y si luego las cosas cambian,
¿y si finalmente ninguno de los dos gana? ¿Y si...? ¿Y si acabo embarazada?— Asustada se separó. – William no
podemos— dijo.
-
¿Por qué no?— susurro él. Le habrá mentido, ¿estará
pensando en el chico del ocho? Lo cierto es que era demasiado pronto pero
después de lo ocurrido en el desfile sentía una absoluta necesidad de poseer a su chica en todos los sentidos. Quizás así ella no se atrevería a abrir ninguna
brecha entre ellos. Puede que entonces ese simple acto hiciera su amor
insustituible. No lo sabía, pero quería hacerlo.
-
Porque es demasiado arriesgado, piensa cariño, podría
salir mal, podría acabar embaraza y...Lo siento. No puedo—Se disculpó. –Tengo
demasiado miedo— Confesó, William volvió a acercarla a el pero en este caso
simplemente la abrazó, no había pensado en ese detalle, eso lo cambiaba todo.
-
No te preocupes pequeña, lo entiendo, yo tampoco quiero
que acabes embarazada, no ahora. —Suavemente le acarició el pelo y se puso a
pensar, no estaba dispuesto a rendirse pero tampoco quería empeorar las cosas.
Quisiera que esta situación tuviera una solución eficaz. Un momento, si que la
tenía. Aunque no sabía si era legal. – Mira haremos una cosa, Cashmere ha
tenido miles de amantes desde que ganó los sexagésimo cuartos juegos, hace dos
años, quizás tenga algo para evitarlo y si no pues no importa lo dejaremos
estar. Es solo un capricho que tenía. ¿Crees que podrías hablar con ella?—
Sugirió, los ojos de Cynthia se iluminaron, era cierto, no había pensado en la
joven vencedora que ahí como se veía resultaba ser la ídolo femenina del
capitolio. Se rumoreaba que tenía un amante por noche, aunque ella dudaba de
que fuera cierto.
-
Es una buena idea, mañana intentaré hablar con ella.
Ahora sería bueno que descansáramos, mañana será otro día y presiento que igual
de difícil que hoy. — Contestó ella poniéndose a favor de la idea, seguidamente
se separaron, vistieron su ropa de dormir y se acostaron. Cynthia no se
equivocaba mañana les esperaba un día difícil, tendrían que buscarse aliados,
evitar hacerse demasiados enemigos y finalmente, como todo profesional, ganarse
el respeto y temor de los otros tributos y aquello no era nada sencillo...
Me encanta. Simplemente perfecto.Aunque yo creo que no deberian hacerlo dormir juntos vale, pero el .... creo que no seria bueno. Que Robin acceda a la alianza ya porfavor porfavor. Buen capitulo.
ResponderEliminarPaula acabo de crear un blog, ya estas afiliada. me afilias tu a mii? Mi blog es : bajoelsoldepanem.blogspot.com.es
ResponderEliminar¡Hiola Paula!
ResponderEliminarComo siempre, el capítulo está genial :3
Me he pasado por aquí para avisarte de que te he nominado a un premio en mi blog (;
¡Un beso!
Hola paula te he nominado en mi blog http://entreletraspaginas.blogspot.mx/2013/03/hola-lectores-nos-han-dado-un-premio.html
ResponderEliminarHola!! Quería decirte que estas nominada en mi blog :D
ResponderEliminarhttp://vasallajedelos25.blogspot.com.es/
Hooola :) Bueno como me gusta tanto tu blog te he nominado a unos premios en mi blog: http://bajoelsoldepanem.blogspot.com.es/ Mucha suerte, Rosana.
ResponderEliminarHOlaaa!! :) Siento no haber comentado en los otros capítulos pero es que encontré este blog antes de ayer y... en fin, que me gustan muchísimo todos los capitulos y te animo a seguir escribiendo :D. Yo no tengo ningún blog para nominarte en unos premios (lo siento 8))Espero que me respondas. Un beso
ResponderEliminarTranquila no tienes porque comentar en todos los capítulos aunque me encanta que lo hagan. Me alegro de que te guste la historia y no te preocupes por los premios tampoco hace falta. Solo leer la historia, apreciarla y comentar los capítulos cuando puedas, nos vemos y sigue leyendo, yo por mi parte seguiré escribiendo ^^
EliminarMe ha encantado este capàitulo:)
ResponderEliminarNo quiero presionarte pero... espero que hagas el siguiente pronto!:D
Me muero por saber como continua;)