Tributos

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Epílogo: La impulsora de un nuevo juego

Quisiera pedir perdón por no publicar, pero lo cierto es que lo hice adrede ya que los martes estoy bastante ocupada con clases mañana y tar...

sábado, 12 de enero de 2013

Capítulo 5: En el Capitolio

No me pregunteis como he hecho el capítulo porque no lo sé. El caso es que mi madre me ha prestado su ordenador unos días para que estudie para los examenes de enero y lo aprovecho para pasarme aquí de vez en cuando. No os voy a decir que no sabe que  no estoy estudiando porque sería mentir. Ella me conoce y sabe que usaré su portatil para algo más que para estudiar. No conoce el blog porque no quiere. Porque yo ya le he dicho que cuando quiera puede mirar mis historias.
Sobre mi ordi pues no sé bi está arreglado, creo que no porque sospecho que el fallo es algo muy grave. Vereis estando de vacaciones una tarde lo enchufé para recargar la batería. Esa tarde había tormenta así que sumad dos más dos y encontrareis mi conclusión. Una sobrecarga. Si es que soy idiota... Pero en fin ya está hecho. Ahora tendré que cruzar los dedos para que este aguante mientras mi madre se piensa lo de comprarme otro o no. Y lo peor es que ya tiene el disco duro jodido así que su tiempo es contado y como este se acabe mientras lo tengo yo. Soy yo la jodida!! La otra opción para el fallo es un virus y si fue eso mi madre me veta internet fijo. ¡¡Doble jodida!!
En fin me dejo de lamentos que no os interesan y os dejo con el capítulo. No es muy largo pero teneís que entender que con los examenes universitarios de enero. Tampoco es que escriba mucho.

Capítulo 5: En el Capitolio


Corría y corría, los árboles se desdibujaban a su paso y tenía mucho miedo. Quería acabar con todo pero no podía parar. El terror se lo impedía... El ruido de un cañón cercano la sobresaltó más no se detuvo, ahora mismo no podía averiguar que había pasado, ella misma tenía a alguien con sed de muerte pisándole los talones, siguió corriendo y llegó a una playa, no había salida.

–¡Ajá! Aquí estás pequeña, me lo has puesto difícil  Creo que te mereces sufrir un poco.— El rostro dela chica del dos mostró una sonrisa sanguinaria y alzó un cuchillo rajándola una, dos, tres veces, hasta que, de repente, Cynthia se despertó gritando.

– ¡Cariño!— William entró de súpeto, encontrándose a su novia sentada en la cama, con la cabeza enterrada entre las manos y llorando.

— ¿Qué ha sido?, ¿una pesadilla? — preguntó. Cynthia asintió y, tan pronto como se lo confirmó, él se adentró en la cama a su lado.

–William, no hace falta que... Tu también debes dormir— protestó ella, más el la acunó y le susurró.

–No si tu sigues despierta. — y la fue acariciando hasta que, finalmente, ella se durmió y con el tiempo, él también.

– ¡¡Despertad, tortolitos!! ¡Hemos llegado al capitolio!— La voz extremadamente aguda y alta de Mystie los sacó del sorpor,  Cynthia se cubrió los ojos con un brazo, las cortinas estaban corridas y el sol estaba demasiado brillante, o eso parecía, también era que se acababa de despertar, por lo que sus ojos aún no se habían acostumbrado a la luz. 

Se incorporó sobre la cama viendo partir a Mystie y le pareció ver un resquicio azulado, ¿acaso esa mujer también se había tintado la piel de azul? Ridículo. Se levantó y observó a William que había vuelto a cerrar los ojos, parecía haberse dormido de nuevo, Cynthia se enterneció, era tan mono así...

Él abrió los ojos de golpe y le guiñó un ojo, Cynthia le dio una suave colleja.

–¡Tramposo, creía que aún dormías!— le reprochó.

–Si algún día consigues dormir, a pesar de los chillidos de esa mujer. Te daré un bonito regalo. — comentó él, burlón.

–jaja, pues que sepas que te tomo la palabra. — dijo ella, luego depósito un fugaz beso en la mejilla de él y se encaminó al baño a asearse. No sé tomo ninguna ducha porque sabía que ya se la haría tomar el equipo de preparación en el capitolio, pero si se molestó en peinarse y arreglarse bien. Poco después fue a buscar a William y, cogidos de la mano, se encaminaron al comedor.

Cuando llegaron Cashmere y Evans ya estaban desayunando, mientras Mystie estaba sentada al lado de la primera revisando un horario. Cuando los vio levantó sus ojos azulados hacia ellos y, después de saludarlos con la cabeza, volvió su vista al papel y comenzó a anotar cosas.

Cynthia observó la mesa de servir y cogió un "croissant", zumo de naranja y una taza de algo marrón con muy buena pinta ¿Acaso era...?

– ¡Eih! ¡Chocolate!— exclamó William, arrebatándole la taza de las manos, lo que provocó unas risas por parte de los mentores y unos insultos bajos a la "falta de educación de este chico", por parte de la acompañante. Cynthia se limitó a sonreír mientras el avox que servía le tendió otra taza, a veces William tenía salidas así y eran muy entretenidas. Animaban el ambiente.

–¿Habéis pensado que haréis con eso de que... Bueno... lo vuestro?— vaciló Cashmere, los romances no eran habituales entre profesionales y menos tan obvios, William suspiró.

–Lo que nos queda, ¿no? Dejarlo estar. — comenzó William y ante la sorpresa se explicó –Las cámaras ya me han visto presentarme por ella, el capitolio vigila la academia y lo sabe de sobra, al igual que la gente de nuestro distrito. En cuando a nuestros "aliados"— entrecomilló. — Creo que es la única manera de hacerles aceptar, sin problemas, a Cynthia. Si saben que la necesito a salvo para eliminar con seguridad a la competencia, podremos estar los dos de aliados con los otros profesionales hasta casi el final de los juegos, y nos será más sencillo vencer. Al menos a alguno de los dos.

–Bien, entonces lo enfatizaremos. No tengáis vergüenza ante el capitolio, mostrad vuestra química al cien por cien. Seguro que a los estilistas también se les ocurre algo, lo que es seguro es que tendréis a los patrocinadores de cabeza.— Aconsejó Evans.

–Sí, ¡un romance entre profesionales!— se emocionó Mystie. — ¡Es de lo nunca visto! ¡Estos juegos van a estar sensacionales!— casi chilló levantándose  — Bueno, ¡acabad ya! Es hora de adentrarse en el capitolio.— informó y salió de la estancia. 

Todos fueron acabando de desayunar y se dirigieron a la salida. Quedándose sorprendidos por lo que vieron, el capitolio era un lugar inverosímil,  había gente de todos los colores paseando por las calles como si nada. No es que en su distrito no hubiera gente estrafalaria, pero tenían un mínimo de clase. Ponerse pelucas estaba bien cuando no te gustaba tu pelo, pero entintarse la piel de amarillo o rojo, como acababa de ver a algunos, ya era pasarse.

–Siempre he pensado que la gente aquí tiene muy poco sentido del ridículo— le susurró ella a William, él se encogió de hombros.

–Solo son modas, pequeña. En nada vendrán las cámaras así que tu solo sígueme la corriente— Acabó la frase con tono pícaro y salieron a un jardín de rosas, a Cynthia le gustaban las rosas de todos los colores, pero solía evitar las blancas desde que vio al presidente Snow con una. No quería tener nada en común con ese hombre. 

Por suerte, la que le puso William en el pelo era roja, muy a lo "somos pareja" pero funcionó, la oleada de flashes fue sorprendente y más cuando ella le agradeció el gesto con un beso en la mejilla. Poco después lo hizo levantarse y entraron en el edificio de tributos. 

Fue entonces cuando Cynthia dejó el cine y fulminó al público por la vitrina. Realmente no lo soportaba, iban a matarse entre ellos para el divertimiento de esta gente. Desfile, entrevistas y luego los juegos, todo para que esa gente se animara viendo sangre, muerte, y más sangre.

–¡Malditos juegos!— Masculló para si misma, dejando a Mystie boquiabierta. Los mentores lo soportaron mejor, aunque no dejaron de mirar a los lados por si alguien la hubiera oído. — Si me disculpáis  estaré en mi habitación. — Se despidió y se dirigió hacia allí, quedándose ella misma boquiabierta al llegar.


Ante ella se hallaban las personas más extrañas que había visto en su vida. Una chica con la piel rosa y un moño extravagante todo para arriba, no rubio, sino blanco. A su lado había un chico, o lo que a ella le pareció un chico, con la piel tintada de verde y llena de tatuajes brillantes y, luego, una mujer con la piel de la cara tan estirada que parecía un extraterrestre. Seguramente lo había hecho para eliminarse las arrugas, pues a su gusto el juego le había salido mal. Su piel era de un blanco muy pálido y tenía los ojos amarillos. Seguramente, producto de unas lentillas.

–Oh! Mírala. ¡La pobre se ha quedado impresionada!— La de la cara estirada fue la primera en hablar.
–Pues, ¿sabes qué? En cuanto ganes los juegos te podremos decorar para que tengas un aspecto tan reluciente como nosotras— comentó la rosa.

"Ni loca me pondría eso" pensó Cynthia, observándola bien. No, no era un sueño, esa chica existía. Si es que a eso se le podría llamar chica.

–Bueno acércate, belleza. — Dijo el chico. Cynthia obedeció, no quería buscarse problemas – Perfecto. Me llamo Linx, estás son Maylene— señaló a la pálida. — Y Trianna. — hizo lo mismo con la de la piel rosa.— Somos tu equipo de preparación y te vamos a dejar en fase de belleza zero para tu estilista. ¿De acuerdo?

Cynthia asintió, no podía dejar de mirarle sus extraños tatuajes pero al chico no le importaba. Supuso que para eso se los había hecho, para que los mirasen. Poco después la guiaron hacia una sala cercana blanca, impoluta. Llena de utensilios y accesorios de belleza. También había una bañera con el baño ya preparado y una sala de peluquería y maquillaje.

–Entonces desnúdate y ponte en la bañera. Vamos a comenzar. — Lo hizo, el agua tenía un olor muy fuerte. No sabía que sales le habían hecho, pero no le gustaba. Se esforzó en no protestar mientras la lavaban, le hacían bien la pedicura y la manicura y quitaban los pocos pelos que tenía en el bigote y en las cejas. Eran rubios y ella no sabía como se los veían pero lo hacían, luego la hicieron salir y le pusieron una especie crema rugosa verde por el cuerpo para, después de un tiempo, hacerla entrar para quitársela con abundante agua y jabón. Le quedó la piel roja e irritada pero ellos le aseguraron que solo era al inicio, que luego le quedaría la piel suave como la de un bebé. En cuanto salió, un aire caliente le secó todo el cuerpo. Le hicieron colocar la mano en una caja y una corriente eléctrica la atravesó dejando su pelo seco,  liso y sedoso ¿De dónde sacaban esa tecnología? En su distrito vivían bien pero no tanto como allí, cajas que te secan el pelo. Plataformas que hacen lo mismo con tu puerta, un botón que te permite pedir comida a todas horas ¡Menudo lujo! 

Era despreciable que, con todas esas cosas, la mayor parte de los distritos vivieran en la más absoluta pobreza. Pero claro eso no lo iba a decir, se supone que era del distrito uno, que le encantaba esto.

Como ya estaba depilada tanto de brazos como de piernas, pasaron de esa tortura, y directamente le mandaron ponerse una bata y la llevaron a maquillaje. Donde le colocaron bien el pelo y, sorprendentemente, sin peinados. Por lo visto su estilita así lo había ordenado, eso sí, le pusieron una laca con un olor fuertísimo, y le maquillaron un poco el rostro. Sombra de ojos azul, rimel, pintalabios rosa, pero no muy oscuro, y nada de coloretes. Por lo visto su estilista la quería lo más clara posible. Bueno, era del distrito uno, lujo y diamantes, tampoco era de extrañar.

–Ya estás, linda, Quédate aquí. Knight vendrá enseguida. Ya verás lo que ha hecho. ¡Te va a encantar! – Comentó, ¿cómo era? Ah, sí, Maylene, y se fueron. 

Cynthia se sentó a esperar. "Que no sea otro bicho raro, que no sea otro bicho raro..." Pensaba. Oyó los pasos y, en cuanto la puerta se abrió, se preguntó como es que no se le había desencajado la mandíbula ya, de tanto abrir la boca.

Y es que no era otro bicho raro era algo peor.
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Nota: Si os pensais que esto es demasiado happy, happy entre ellos dos, no os preocupeis ya les llegaran los problemas. Recordad que aun no han empezado los juegos, es normal que haya cierta "tranquilidad"

4 comentarios:

  1. A mi me encanto el capi
    La verdad soy una romantica jeje asi mientras mas happy mejor

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    1. Me alegro de que te guste.
      Yo también soy una romanticona, por eso hice esto.No podía dejar a una profesional no ávida de sangre simplemente tenía que inventarle un novio. :P

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  2. Muy buen capitulo, me a encantado y tranquila el happy happy del principio hace que el sad sad del despues sea más interesante ;))

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    1. Me alegro de que te guste ^_^
      Ya vendrá sad, sad, ya vendrá y os hará quedar así :O :(

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